El proyecto ya contaba con la obra gruesa avanzada, por lo que
se tuvo que adaptar el programa arquitectónico a lo que ya está
construido. Exteriormente se intentó dar un estilo moderno,
combinando pocos colores y jugando con los balcones tener
una forma dinámica.
En el interior se buscó generar un área social a doble altura que
sea el corazón del proyecto, y los demás ambientes se organizan
según la orientación solar y la comodidad de los clientes. Los
tonos de colores también son en base a una paleta de colores
reducida, combinando casi siempre el blanco y el negro.
Edificio multifamiliar